miércoles, 18 de abril de 2018

Una agencia granadina vende el 30% de los pasajes del «crucero del horror»


Les prometieron un encantador crucero por Italia como viaje fin de curso, pero regresaron desolados «y con tres kilos menos». Según denuncia la tripulación, durante una semana convivieron en unos camarotes reducidos y faltos de limpieza, se alimentaron con comida «reutilizada» y fueron testigos de algunos robos a bordo. Los afectados son alrededor de 1.500 estudiantes de toda Andalucía. Sus padres, que desembolsaron 745 euros por cada uno de sus pupilos, aúnan esfuerzos en una reclamación conjunta que, en ningún caso, podrá reparar su preocupación ni la decepción de sus hijos.
Rapsosody en el puerto de Málaga el día 2-4-2018
Saliendo del Puerto de Málaga
Fotos Rolf Baeza

Se sienten «estafados» y así lo han trasladado a este periódico. «Lo llamamos 'el crucero del horror' porque la comida estaba malísima, escasísima, les servían lo que sobraba el día anterior y la fruta pasada, el agua salía sucia de los grifos, se produjeron robos en las habitaciones porque las puertas no cerraban bien, no les cambiaban las toallas, las camas siempre sin hacer... un desastre en definitiva», enumeran. «Cuando pisaron tierra en Nápoles y se fueron disparados a comprar comida. Han pasado hambre», aseguran con la impotencia de no haber podido evitarlo.
Los padres supieron, desde el primer día, que algo no iba bien y así lo trasladaron a la agencia de viajes con la que cerraron la travesía. «Aumentaron un poco la cantidad de comida, pero la situación cambió poco», lamentan. El idioma mayoritario de los empleados a bordo, el italiano, dificultó también la comunicación durante el crucero y los afectados tuvieron que esperar hasta el último día para presentar la correspondiente hoja de reclamaciones. Apuntan, además, que el barco no tenía todas las instalaciones recreativas disponibles, tampoco se encontraba preparado para abordar una emergencia, ni ofrecía variedad en la alimentación para personas intolerantes.
Una «víctima» más
El crucero partió del puerto de Málaga con rumbo a Italia el 2 de abril y regresó seis días después con 1.500 estudiantes a bordo. La agencia de viajes Media Silver, empresa granadina, vendió el 30 por ciento de los pasajes. Halcón Viajes concretó el 60 por ciento e Intermondo el 10 por ciento restante.
Las quejas y las llamadas se acumulan en dichas agencias. Viajes Media Silver se considera «víctima de la estafa». La empresa ha explicado a IDEAL que el crucero se contrató a través de un empresario sevillano responsable de alquilar la embarcación a la naviera italiana GNV y dueño de la empresa turística Force Turistica Group. Además, ha subrayado que se realizaron varias visitas previas de inspección donde se corroboró que las instalaciones era «correctas» y la comida «buenísima». «Este empresario nos aseguró que todo iba a ser de máxima calidad y nosotros confiamos en que se iba a cumplir lo cerrado por contrato», ha justificado.
La agencia ha anunciado que presentará una demanda contra este empresario por incumplimiento de contrato y por el daño que este incidente ha causado a esta empresa con más de 15 años de experiencia en el sector. Entiende, además, el malestar de los padres de los alumnos. «Han pagado por una cosa que no han recibido. Además se ha pagado caro y alguien se ha hecho rico. Nosotros no», ha sentenciado. Media Silver vendió el crucero a 16 centros de enseñanza de toda Andalucía.
Por su parte, el empresario sevillano atribuye la responsabilidad a la naviera Grandi Navi Veloci. Aunque tilda de «desproporcionadas» algunas de las quejas recibidas, ha comunicado que se emprenderán «las medidas legales que corresponden» para dar respuesta al malestar generado. En declaraciones a IDEAL, el empresario ha reconocido la escasa variedad de la comida o del personal que estuvo al frente del crucero, pero también ha aprovechado para poner de relieve que se ofrecieron actividades de animación de calidad, «con artistas de primer nivel», que hicieron disfrutar a los chavales. Además, ha destacado las medidas de seguridad que se emplearon para evitar el consumo de alcohol entre los menores de 18 años. «A la discoteca le faltó sonido y los cubitos de hielo se acabaron, pero se trata de dos imprevistos que se solucionaron durante la travesía», ha apuntado.
De momento, ni la agencia Media Silver ni Force Turistica Group tienen contemplado asumir ningún tipo de compensación a los 1.500 pasajeros afectados por un crucero tildado de «caótico» por la mayoría de la tripulación.
Extraido: IDEAL


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